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Martes 11 de Junio de 2013

La Escuela Parroquial San Antonio recibió una distinción al cumplir su 50º aniversario

    La comunidad educativa de la Escuela Parroquial San Antonio recibió una distinción por parte del Honorable Concejo Deliberante del Partido de General Pueyrredon en el marco de la celebración del 50º aniversario de esta institución, ubicada en el barrio Las Avenidas.
El Cuerpo Deliberativo expresó, de esta manera, su reconocimiento a la trayectoria y desempeño educativo, religioso  ético y ciudadano de la Escuela San Antonio con motivo de festejarse cincuenta  años de su fundación.
Estuvieron presentes, además del Presidente del HCD, Ariel Ciano; el concejal Mario Lucchesi (AM, autor de la iniciativa); la directora de Equidad y Calidad Educativa, Laura Spina; en representación de la institución, el Padre Silvano De Sarro y el ingeniero Eduardo Felipe, representante legal; además de otras autoridades, docentes y alumnos.
En primer término, fue proyectado el video institucional “Historias de Abuelas. La identidad no se impone”, realizado por personal del Teatro Auditorium-Centro Provincial de las Artes, y luego otro video, que resumió en pocos minutos el origen y la trayectoria de medio siglo de la Escuela San Antonio. Tras lo cual Ciano dio la bienvenida a los presentes. “Bienvenidos a este recinto que, como decimos siempre, es de todos los vecinos de General Pueyrredon. Vengo de otro acto, donde se inauguró el nuevo edificio del jardín municipal Nº 29 de Camet, que recibió el nombre de un héroe de Malvinas, José Luis Del Hierro. Su padre comentaba que deseaba que el nombre de su hijo estuviera asociado a la educación. Es inimaginable el dolor del padre que sufre la pérdida de su hijo, pero para él honrar la memoria asociando un nombre a la educación es lo importante”.
Ciano añadió: “La educación y la cultura son los motores de la integración social. Cumplir 50 años es muchísimo. Lo más difícil de los emprendimientos no es iniciarlos sino continuarlos, porque en el inicio son muchos los que aportan su esfuerzo y su sueño, pero luego son pocos los que se esfuerzan. Por eso, como dice el Papa, lo importante en una caminata no es caerse sino poder levantarse. Todos nos caemos alguna vez, pero lo más importante es levantarse y seguir caminando. Y eso es lo que nos dejan los vecinos de nuestra ciudad, de ese barrio tan populoso y querido de la ciudad, que pensaron en la educación y sostuvieron el sueño. Así podemos soñar por una ciudad para todos, con igualdad de oportunidades”.
Spina, por su parte, señaló: “Es una enorme felicidad celebrar cumpleaños, siempre. Para una escuela ubicado en un barrio tan lindo, para una comunidad que se propuso dar un servicio, tuvo fe en que podía hacerlo. Se hace mucho más que enseñar materias en esta escuela. Los chicos saben que pertenecen a una comunidad donde se insertan de pequeños y luego continúan perteneciendo, sabiendo que se puede mejorar de a poco lo cotidiano”.
El autor de la iniciativa de reconocimiento, Mario Lucchesi, manifestó: “Los verdaderos protagonistas son los chicos y la comunidad educativa de una institución emblemática, confesional, que está bajo la jurisdicción del Obispado de Mar del Plata, y que brinda educación fundamentada en valores cristianos”. Luego, en su alocución, el concejal nombró a algunos de los colaboradores históricos y actuales de la institución y destacó su crecimiento edilicio.
A continuación, Felipe, uno de los referentes de la Escuela San Antonio, mencionó: “Realmente, estamos muy orgullosos de estar en esta casa, que invitó a nuestro colegio. La verdad es que somos herederos de un compromiso que tomaron hace 50 años el barrio y el Padre Peñalva. Era un barrio incipiente, con pocas casas, pero enorme fe. Como dijo el Papa Francisco hace poco, `hay que ir a la periferia`. Y así se hizo en ese momento. Se llevó a la gente el alimento principal: la educación. Hoy tenemos más de mil alumnos. Ese es el compromiso: ser coherentes con los principios de fe”.
Finalmente, el Padre Silvano consignó: “Estamos sumamente agradecidos y contentos. Estamos en el lugar de la cosa pública, de lo cívico, tan importante para la vida de la sociedad, y que reconozca la historia de nuestra institución es impactante. Tratamos de esforzarnos por mantener el clima parroquial de unidad por educar y evangelizar junto a la familia”.
 
 
Argumentos del reconocimiento
 
En la década del 60 el Padre Francisco Peñalva comenzó a hacer realidad un sueño humilde, sencillo, pero a la vez maravilloso:  ante el desafío de gestar en los niños, hombres que vivan de acuerdo a los principios y valores evangélicos.
Convencido de que este  objetivo, solo puede lograrse en comunidad, donde los principales educadores han de ser los padres, y respondiendo a las necesidades del barrio “Las Avenidas”, creó la Escuela Parroquial San Antonio, dependiente del Obispado de Mar del Plata.
Así, funcionó primero en un salón de la parroquia, con divisiones de madera, con  una salita de jardín de infantes;  que poco después se construyó un aula en los terrenos de enfrente de la parroquia y con gran esfuerzo y con la ayuda solidaria e invalorable de la Unión de Padres, en la organización de innumerables eventos, como kermeses, ferias de platos, peñas, rifas, te desfiles, torneos,  etc., se llega a la construcción  de más aulas.
El  6 de noviembre de 1962 la escuela fue reconocida por el Consejo de Educación de Docentes no Oficiales. En 1968, la escuela despedía a sus primeros egresados.
Este pequeño gran sueño seguía creciendo, formando personas de bien, aportando más experiencias a sus docentes. Con la convicción de impartir una educación integral a sus  alumnos incorporó el Nivel Secundario en 1999, que cuenta actualmente con doce secciones, que se suman a seis  de Nivel Inicial y doce de Nivel Primario, albergando en total, a casi  mil alumnos y más de cien personas entre directivos, docentes y personal auxiliar.
La comunidad escolar y parroquial ha tratado siempre de estar atenta a las necesidades del prójimo, del querido barrio “Las Avenidas”, que crecieron juntos, se pertenecen mutuamente, de hecho solo basta mirar las fotos de la época para constatar lo incipiente que era el barrio.
La educación puede responder a distintos métodos pedagógicos. Pero siempre y en particular para una escuela católica, lo fundamental es la pedagogía del amor enseñada por Jesucristo, el Divino Maestro.
Hoy 50 años después, el edificio tampoco dejó de crecer y al mirar hacia atrás vemos la construcción  de la planta alta, dos gimnasios, la biblioteca, sala de reuniones,  de maestros, las aulas se multiplicaron.  Además,  no podía faltar entre nosotros, la presencia cercana de Quien inspiró y sigue sosteniendo toda esta gran obra.- Se construyó el Oratorio, y en él la presencia de Jesús Eucaristía en el Sagrario.
A lo largo de esta historia no podemos dejar de nombrar los Pastores que  acompañaron y siguieron el camino iniciado por el Padre Peñalva.  Y vienen a nuestro recuerdo el Pbro. Moisés Menéndez, Pbro. Román Bustinza, Pbro. Alfredo Ardanaz,  Pbro.  Andrés Mangas, Pbro. José Quintana, Pbro. Pánfilo Ortega, Pbro. Pablo Etchepareborda, Pbro. Ricardo De Lorenzo, Pbro.  Pablo  Boldrini, y nuestro actual cura párroco, Pbro Silvano De Sarro.
A tanto esfuerzo puesto en común, con un mismo fin, con un mismo ideal, se suma el compromiso de tantos representantes legales, directivos y docentes que dejaron y dejan sus huellas en sus aulas cada día.