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Viernes 15 de Junio de 2012

Emotivo homenaje a un maestro del tango: Leopoldo Federico

    El Honorable Concejo Deliberante le entregó la declaración “Visitante Notable” en un emotivo acto que se desarrolló hoy a la tarde en el recinto de sesiones. Amigos, allegados, funcionarios, músicos y compositores e invitados especiales presenciaron un momento pletórico de magia.
 
 
            El Maestro Leopoldo Federico, legendario músico, poeta y compositor y  director de prestigiosas orquestas de tango, recibió hoy la distinción “Visitante Notable” por parte del Honorable Concejo Deliberante en un acto desarrollado en horas de la tarde en el recinto de sesiones.
            La mencionada distinción fue aprobada ayer por unanimidad por el Cuerpo Deliberativo local, aprovechando la anhelada visita de Federico, que se presentará mañana, sábado 16 de Junio, en el Teatro Auditórium, en el marco de un histórico concierto que será mera excusa para celebrar el 54º aniversario de su orquesta y el primer concierto de ésta en Mar del Plata.
            Al acto asistieron el presidente del HCD, Ariel Ciano; los concejales Javier Woollands (autor de la iniciativa) y Carlos Aiello, ambos de AM; el director del Teatro  Auditórium, Gustavo Giordano; el músico Horacio Cabarcos (integrante de la Orquesta de Federico desde hace 33 años); Julio Dávila (director de la Orquesta Municipal de Tango) y referentes de la música argentina, como el productor Daniel Canales e invitados especiales como Oscar “el Vasco” Izurieta, entre otros.
            En primer término, fue proyectado el video “Historias de Abuelas. La identidad no se impone”, realizado por personal del Teatro Auditórium-Centro Provincial de las Artes, tras lo cual se dirigió a los presentes el titular del HCD, Ariel Ciano. “Este es un merecido homenaje a uno de los fundamentales del tango –en clara referencia a un programa de radio que tuvo Izurieta-, como lo es Leopoldo Federico. Recién veíamos un video de Abuelas que habla de la identidad. Y uno de los factores que más arraiga la identidad es, justamente, la música. Y si hay un género que tiene gran influencia sobre la identidad es, claro está, el tango, que ha tenido grandes maestros y, estoy seguro, muchos seguidores que serán los componentes de las futuras generaciones y quienes lleven orgullosamente el legado de los históricos”, señaló Ciano.
            “El tango –agregó- es una música que uno escuchó de chico por padres y abuelos y que la ligará a la enseñanza de los hijos. Es una música que uno escuchó y disfrutó de chico y que defenderá toda la vida, ya de grande”. Y añadió: “Este es un merecido homenaje en la ciudad de Astor. Y Federico actuará justamente en la Sala Astor Piazzolla”.
            A su turno, Federico agradeció el reconocimiento, se lo dedicó a su esposa –delicada de salud- y a los históricos amigos y compañeros de música, presentes algunos de ellos en este acto de reconocimiento. “No estoy físicamente para hacerme el loco, pero todavía puedo tocar y disfrutar de lo que hago. Siempre me rodee de buenos músicos, pero sobre todo de amigos que me empujaron para seguir adelante. He vivido noches inolvidables en esta ciudad, a la que quiero mucho. Por eso, agradezco el reconocimiento”.
            Woollands, autor de la iniciativa, destacó el orgullo del HCD por realizar este acto de distinción a uno de los grandes del tango. “La leyenda vino a Mar del Plata”, destacó.
            En tanto, “el vasco” Izurieta también evocó encuentros teñidos de música y bohemia con Federico, gracias a quien –afirmó- vivió hoy un momento emotivo. “Fueron muchos años junto a quien que tuvo el mérito de ser justamente popular. Todos tenemos derecho a emocionarnos de vez en cuando”.
 
Biografía
 
            Nacido en Buenos Aires el 12 de enero de 1927, Leopoldo Federico se volcó a la música impulsado por un tío. Estudió con Félix Lípesker y Francisco Requena. Su inicio profesional, en la adolescencia, fue integrando la orquesta Di Adamo/Flores, que actuaba en el cabaret Tabarís, en 1944. Ese mismo año integró la orquesta de Juan Carlos Cobián, para pasar luego a integrar las de Víctor Damario, Alfredo Gobbi, Osmar Maderna y Astor Piazzolla. También formó parte de la orquesta del cantor Alberto Marino, que dirigía Emilio Balcarce y el conjunto del pianista Osvaldo Manzi.
            Conceptuado tempranamente entre los mejores bandoneonistas jóvenes, transitó innumerables orquestas de los más diversos estilos. Además de lo ya mencionado, formó varias agrupaciones junto a Héctor Stamponi, Carlos Di Sarli, Miguel Caló, Lucio Demare, Mariano Mores, Florindo Sassone y Horacio Salgán.
            Con gran cariño recuerda Federico esa época: “Tuve la suerte de formarme con músicos que eran grandes maestros. En toda mi carrera disfruté de la fortuna de estar junto a los directores que amaba, dándome el lujo de enriquecer mis metejones con una gran diversidad de estilos. Con Salgán fue con quien más estuve: cuatro años inolvidables; me volvía loco la sonoridad de esa orquesta. Para mí fue tocar el cielo con las manos; Horacio es el creador de la personalidad del tango más importante de la historia”.
            En 1953 encabezó su primer conjunto propio, compartiendo la dirección con Atilio Stampone, presentándose en el cabaret Tibidabo y Radio Belgrano, grabando solo un disco simple con los tangos “Criolla linda” y “Tierrita”, éste último cantado por Antonio Rodríguez Resende, sobre arreglos de Argentino Galván.
            En 1954 se sumó a la agrupación que Héctor Artola dirigía en Radio El Mundo, siendo más tarde, el 1º de Abril, la orquesta de Atilio Stampone.
            Convocado nuevamente por Astor Piazzolla, en 1955 se integra, como miembro fundacional, al mítico Octeto Buenos Aires, participando en todas las grabaciones, audiciones radiales y conciertos en Buenos Aires y Montevideo. Simultáneamente integró la orquesta de Carlos García.
            En 1958, Leopoldo Federico formó su primera orquesta con dirección exclusiva a su cargo, teniendo como cantores a Roberto Rufino y Elsa Rivas. También por entonces dirigió la orquesta estable de Radio Belgrano.
            Sobre fines de 1959, luego de una gira por Centroamérica con Mariano Mores, se hizo cargo de los arreglos musicales de Julio Sosa y formaron un binomio de orquesta y cantor imbatible, hasta la trágica desaparición del “varón del tango”.
            Lejos de generar un retroceso en su vida artística, la relación con Sosa lo ubica en el primer plano del espectáculo tanguero y él lo siente de ese modo cuando afirma que nunca tuvo tanta responsabilidad, tanto trabajo y tanto éxito. Grabaron 64 temas para el sello CBS Columbia. Los dos primeros: la canción “El rosal de los cerros” y el tango “Madame Ivonne” el 8 de noviembre de 1962. Los dos últimos: “Siga el corso” y “Milonga del novecientos” el 18 de noviembre de 1964.
            Federico continúa entonces con su orquesta como director independiente, convocando a los cantores Roberto Ayala y Carlos Gari (quien nunca mas se alejaría de la agrupación, siendo el actual vocalista del conjunto).
            Paralelamente a su tarea de director, el infatigable y talentoso Maestro Leopoldo Federico integró distintos conjuntos como  “Los notables del tango” (con Leo Lípesker en violín, Omar Murtagh en contrabajo y alternativamente en piano Osvaldo Berlingieri y Manuel Flores), el “Cuarteto Pa´que bailen los muchachos” (dirigido por Domingo Rulio), el Sexteto rítmico de Mariano Mores, el conjunto “Palais de Glace”, el “Cuarteto San Telmo” (con Roberto Grela) y el Trío Federico/Berlingieri/Cabarcos.
            Su historia está plagada de perlas artísticas que representan condecoraciones a su talento y constante trabajo. En 1970 grabó, a cuatro bandoneones con Antonio Ríos, Rodolfo Mederos y Astor Piazzolla un arreglo de éste último sobre un tango de Enrique Delfino, “Recuerdos de bohemia” (una joya discográfica).
            Fue solista en el estreno, en el Teatro Argentino de La Plata, de las “Siete variaciones para bandoneón y orquesta sinfónica”, de Juan José Ramos.
            En 1975 grabó el disco homenaje a Carlos Di Sarli, que fue muy bien conceptuado en Argentina y Japón, y significó el espaldarazo para su primer viaje con orquesta al país del sol naciente, en 1976, realizando varias giras más posteriormente.
            Su obra autoral es magnífica, con temas que me conmueven infinitamente como su “Bandola zurdo” o “Capricho otoñal” y otros que ya son clásicos como “Cabalero”, que Piazzolla rebautizó “Neotango” y “Sentimental y canyengue”, grabado por las orquestas de Horacio Salgán y Osvaldo Pugliese. También podemos mencionar “Pájaro cantor”, “Retrato de Julio Ahumada”, “Milonguero de hoy”, “A Héctor María Artola”, “Minguito Tinguitella”, con Roberto Grela, “El polaco”, “Preludio nochero”, “Alma de tango”, “Siempre Buenos Aires, “Diagonal gris” y “Cautivante”, entre más de 50 composiciones.
            En 2009 Federico volvió a grabar en formación de cuarteto los arreglos musicales que había realizado junto a Roberto Grela, ahora junto al súper talentoso guitarrista Hugo Rivas. Es tal la repercusión y excelente crítica del nuevo disco que realizan una serie de funciones a lleno total para presentarlo en vivo. Este trabajo discográfico titulado “Sentido único” gana en 2010 el Premio Gardel de Oro al “Mejor álbum de orquesta o grupo de tango” y logra la nominación al premio “Grammy latino 2010” como “Mejor álbum de tango”.
El experimentado periodista y especialista en tango Jorge Gôttling lo definió así: “Todos se parecen a Leopoldo Federico y él no se parece a ninguno. Abriendo o cerrando su gusano asmático, recorta los solos fraseados con limpieza técnica y con ahorro de agregados que suelen opacar las melodías. No hay golpes bajos dirigidos a mejorar el aplauso: el respeto a la impronta del compositor interpretado está presente en cada obra, por más que, pro la energía de Federico, siempre parezca nueva, como si se tratara de un estreno. Cada una de sus orquestas fueron una prolongación de esa estricta posición del director frente a la música. Privilegió la verdad, contagió emoción, pulcritud, afiatamiento, fuerza y brillantez”.
            El 3 de mayo pasado, Federico recibió el “Premio Senador Domingo Faustino Sarmiento”.