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Miércoles 17 de Abril de 2013

El Concejo Deliberante reconoció la trayectoria del dibujante, pintor y escultor Alfredo Simonazzi

    El Honorable Concejo Deliberante del Partido de General Pueyrredon brindó hoy su homenaje al que en vida fuera el dibujante, pintor y escultor marplatense Alfredo Simonazzi, durante un acto desarrollado en el recinto de sesiones, al cual asistieron familiares director del extinto artista.
            Presidido por el concejal Leandro Laserna, que además estuvo acompañado por Javier Woollands y Carlos Aiello (AM), el encuentro se llevó a cabo en el recinto, donde familiares del artista recibieron una copia de la resolución que enmarcó el homenaje.
            En principio, Laserna destacó: “Gracias por habernos dado la posibilidad desde la Municipalidad de hacer este reconocimiento. Esto tiene que ver con revalorizar, destacar y poner de relieve lo que es la identidad cultural de nuestra ciudad. A veces, por distintos motivos, hay símbolos o íconos a los que les llega el reconocimiento más tarde y esto lo han posibilitado ustedes. Alfredo es alguien importantísimo para la cultura de Mar del Plata”. Y añadió: “Siempre decimos que la identidad cultural de una ciudad se construye de forma colectiva. Es importante lo que hacen ustedes”.
            A continuación, Beatriz Monticcelli agradeció el gesto del Cuerpo Deliberativo local, manifestando: “Es importante para la cultura de Mar del Plata este reconocimiento. Hemos hecho exposiciones en forma privada. Me enteré que no estaba disponible la biografía de la familia Simonazzi y la idea es repartir en las bibliotecas municipales algunos folletos y libros. Todo esto es un patrimonio que no se puede negar. El decía que las obras de arte son del pueblo”.
 
Fundamentos
 
            Alfredo Simonazzi nació el 5 de septiembre de 1905 en Mar del Plata. Desde niño demostró su afición al dibujo y a los 15 años se inclinó por su disciplina preferida: el retrato. Su atelier era concurrido por jóvenes del barrio, quienes fueron sus primeros modelos. 
            Tomó clases de dibujo con el profesor Brunet y el maestro Edgardo Arata y más tarde se inscribió en la Academia Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires donde se instaló durante dos años, mientras continuaba trabajando como retratista.
            En el año 1929 realizó un viaje a Francia y se quedó en París durante un año. Allí, desarrolló un intenso trabajo retratando a diversas personalidades de la época.
            Este viaje significó para Alfredo Simonazzi una evolución hacia el realismo expresionista a la vez que se orientó a la escultura, quedando la pintura y el retrato en un segundo plano.
Al volver a Mar del Plata se entusiasmó por formar peñas de arte e incursionar en la escultura a través de la madera, la piedra y el mármol. Así, empiezan a conocerse sus miniaturas en madera de enorme belleza.
            Además de participar en salones nacionales, sus muestras individuales en las galerías Witcomb, Nordiska y Müller de Buenos Aires adquirieron gran trascendencia.
            Simonazzi era un constante animador de cuanta manifestación cultural se realizara: fue uno de los más entusiastas promotores de la peña de artistas marplatenses y  presidente del Centro Cultural “Renovación”, donde se relacionó con artistas como Luis Savastano, Juan Carlos Castagnino, Ítalo Grassi y José Alonso. Este espacio cultural, fue atacado en 1933 por bandas fascistas, clausurado por la policía y Simonazzi y otros dirigentes detenidos, procesados y luego puestos en libertad, al no encontrarse ningún elemento que justificase la acusación de comunista o anarquista, en boga entonces para clausurar organizaciones culturales o sindicatos. En tal circunstancia pintó en una de las oficinas de la Seccional 1º de Policía un extraordinario cuadro del Comisario Gomila.
            En 1928 se presentó en el Salón Otoño de Rosario con su óleo “La chica del Mandolín” que fuera muy elogiado por la crítica especializada y en 1933 se presentó en el Salón Nacional con su escultura “Protesta”, obra que fuera favorablemente comentada por el pintor David Siqueiros, uno de los padres de la escuela muralista mexicana.
            Junto a Ítalo Grassi y Reyerto Alonso organizó, en el año 1936, el Primer Salón de Artes Plásticas en instalaciones del Hotel Regina.
            También fue miembro de la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos y jurado en importantes muestras artísticas, concurriendo a las principales exposiciones locales y a muestras en las ciudades de La Plata, Rosario y Santa Fe.
Su última exposición fue presentada en la Galería Müller en la Capital Federal el 15 de septiembre de 1947. Dos meses más tarde, a la temprana edad de 42 años, fallece tras una larga enfermedad.
            En 1974 se inauguró, en su memoria, el salón de Escultura “Alfredo Simonazzi” en el salón ubicado en San Martín y San Luis, donde los oradores realzaron con expresiones emotivas los valores artísticos de Simonazzi. Allí, su hijo fue el encargado de agradecer la recordación en nombre de su familia: “Han pasado casi 27 años desde su muerte -dijo-  pero es posible comprobar cómo a través del tiempo se mantiene la vigencia de sus obras, de sus concepciones estéticas, del conocimiento temático…” “…quienes lo han tratado, saben bien que antes  que artista era un hombre de convicciones sociales, políticas y filosóficas definidas. Sensible ante la injusticia social, las guerras de agresión y la opresión de los pueblos, fue un consecuente luchador por la democracia, la paz, el progreso y bienestar de los demás. Estos sentimientos y convicciones  -agregó ante la emocionada expectativa de los presentes-, se reflejan en todas sus obras”.