MAR DEL PLATA, de 2006
Al
Honorable Concejo Deliberante
El próximo 9 de setiembre se cumplirán 25 años de la muerte del Dr.
Ricardo Balbín, destacado humanista, político y parlamentario de nuestro
país.
Ricardo Balbín nació en la Ciudad de Buenos Aires el 29 de julio de
1904. De muy pequeño debió afrontar grandes responsabilidades, ya que en
1909 su madre es trasladada a España por problemas de salud y Ricardo debió
hacerse cargo del cuidado de sus hermanos menores. La familia Balbín se
trasladó a las ciudades de Azul y Ayacucho. En esta última ciudad inició al
año siguiente sus estudios primarios.
En 1916 tuvo su primer acercamiento con la política, ya que viajó a
Buenos Aires junto con su padre para asistir a los actos de asunción del
Presidente Hipólito Yrigoyen. Allí queda profundamente impresionado por la
multitud que festeja la llegada al gobierno del primer presidente
constitucional elegido sin fraude y por el voto popular, gracias a la
recientemente sancionada Ley Sáenz Peña Ese mismo año comenzó sus estudios
secundarios en el Colegio San José de la Capital Federal. En 1921 egresa de
ese establecimiento con el título de bachiller con diploma de honor e
ingresa en la Universidad de Buenos Aires para cursar Medicina.
En 1922 se afilió a la Unión Cívica Radical. Por entonces Marcelo T.
de Alvear asume la presidencia de la Nación, sucediendo a Hipólito
Yrigoyen. En 1924 se traslada a la ciudad de La Plata, donde residirá por
el resto de su vida. Por entonces, abandona los estudios de medicina y se
inscribe en la Facultad de Derecho en la Universidad platense.
Hacia fines de 1926 aprueba la última materia de abogacía y es
expulsado provisoriamente de la facultad por su activa militancia
estudiantil. En 1927 se recibe de abogado y consigue un empleo en la
biblioteca de la Legislatura. En 1928 Balbín contrae matrimonio con Indalia
Ponzetti. Es ya un activo dirigente del radicalismo de La Plata y como tal
actúa en la campaña electoral de 1928 que conduce por segunda vez a la
primera magistratura de la República a Hipólito Yrigoyen. Es designado
fiscal del crimen por la intervención federal en la Provincia de Mendoza a
cargo de Carlos Borzani.
En 1930 cuando por primera vez un golpe de Estado quiebra el orden
constitucional en la Argentina, es elegido presidente del Comité de la UCR
de la primera sección de La Plata. Cuando la dictadura de Uriburu convoca a
elecciones en la Provincia de Buenos Aires como testeo de la situación
política, Balbín es candidato a diputado provincial. Tras el triunfo
radical, los comicios son anulados por el gobierno de facto y no pudo
asumir su cargo.
Durante toda la década del treinta, desarrolla una febril actividad
política tendiente a derrotar al régimen fraudulento, lo que le deparó
persecución y cárcel. Fue orador de las campañas de Alvear y orientó el
Movimiento Revisionista de la UCR bonaerense junto a Alejandro Leloir y
Luis Cetrá. En 1940 es nuevamente electo diputado provincial, pero,
coherente con sus principios éticos, renunció a su banca debido a que los
comicios habían sido escandalosamente fraudulentos.
Cuando sectores de la U.C.R. comenzaron a propugnar una coalición
electoral con otras fuerzas políticas, Balbín se opuso rotundamente y
trabajó activamente para nuclear a todos los sectores radicales
intransigentes. En 1945 se cumple su objetivo, cuando funda junto a otros
dirigentes como Frondizi, Lebensohn, Larralde, Noblía, Sobral y otros el
Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR). Sus propuestas centrales
se basaron en otorgarle al estado un rol protagónico en el desarrollo
nacional. Planteaba la reforma agraria, la nacionalización de las fuentes
de energía y los servicios públicos y la reforma financiera. Proponía un
seguro social obligatorio y una legislación protectora de los trabajadores.
Reconocía el derecho de huelga y promovía la ampliación del sistema
educativo. En el plano internacional sostenía el principio yrigoyenista de
la libre determinación de los pueblos.
En las elecciones de 1946 cuando triunfa el peronismo sobre la Unión
Democrática, integrada por la UCR y otras fuerzas, Balbín es electo
diputado nacional y sus pares lo eligen presidente del que se conocerá como
"Bloque de los 44".
Desde el parlamento desarrolla una firme acción opositora contra el
gobierno de Perón. Su ferviente defensa de la libertad le cuesta múltiples
procesos por desacato a la figura presidencial. En 1949 es expulsado de la
Cámara de Diputados para ser sometido a proceso penal. Elegido por su
Partido candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires en 1950, es
detenido el mismo día de los comicios. Fue procesado por desacato al
presidente de la Nación y cumplió condena en el penal de Olmos. A fines de
1950 es indultado por el presidente Perón, medida rechazada por Balbín
quien solicita que continúe el proceso, ya que en la causa no había recaído
sentencia firme contra él.
Ya liberado, la Convención Radical lo proclama candidato a presidente
de la República, acompañado en la fórmula por Arturo Frondizi para las
elecciones de noviembre de 1951. El peronismo derrota a la U.C.R. y Perón
es reelecto. Ricardo Balbín continúa su militancia en el sector
intransigente del radicalismo.
En 1957, la UCR se divide en torno a la candidatura presidencial de
Arturo Frondizi, proclamado por la mayoría de la Convención del Partido en
Tucumán. Los disidentes, unionistas, sabattinistas e intransigentes
bonaerenses liderados por Balbín, se nuclean en la UCR del Pueblo que
preside Crisólogo Larralde. Los partidarios de Frondizi formaron la UCR
Intransigente.
Balbín es elegido en elecciones internas como candidato presidencial
por la U.C.R. del Pueblo, acompañado por Santiago del Castillo como
vicepresidente (Triunfaron sobre la fórmula Zavala Ortiz-Sanmartino). No
obstante, debido a un pacto secreto sellado por Rogelio Frigerio con Perón
en el exilio que desvió el voto peronista hacia los candidatos de la
U.C.R.I., Ricardo Balbín fue derrotado por Frondizi en los comicios
presidenciales de 1958.
En 1959, Balbín es elegido presidente del Comité Nacional de la
U.C.R. del Pueblo. Es un firme opositor al gobierno de Frondizi, el cual,
jaqueado por las presiones militares y la pérdida de apoyo del sindicalismo
peronista, fue removido en marzo de 1962. Por entonces, Balbín impulsa
desde la presidencia de la U.C.R. del Pueblo un acuerdo programático
llamado Asamblea de la Civilidad en defensa de las instituciones
republicanas entre todas las fuerzas políticas, incluyendo al peronismo.
En 1963 renuncia a la posibilidad de ser nuevamente candidato a
presidente e impulsa la candidatura del cordobés Arturo Illia quien,
proclamado candidato por la U.C.R. del Pueblo, triunfa en los comicios de
ese año asumiendo la presidencia el 12 de octubre. Durante el gobierno de
Illia, Balbín cumplirá un importante rol consultivo como presidente del
partido y participa activamente en la conformación del gabinete.
A pesar de presidir un gobierno austero y que exhibía notables índices
de eficacia administrativa, Illia fue derrocado en 1966 por el accionar
conjunto de un plan conspirativo de las Fuerzas Armadas, sectores
sindicales, la prensa y algunas empresas multinacionales. Se establece la
dictadura del general Juan Carlos Onganía.
Hacia 1970, Ricardo Balbín continúa su prédica en pos de la unidad
nacional e impulsa la creación de la Hora del Pueblo, donde se integran los
partidos políticos argentinos mayoritarios en reclamo de la vuelta a la
legalidad constitucional.
En 1972 es elegido candidato a Presidente de la Nación. En la fórmula
lo acompañó el cordobés Eduardo Gammond. A fines de ese año, cuando Juan
Perón retorna por unas semanas al país, Balbín se encuentra con él y,
sorteando un obstáculo circunstancial, una medianera, ambos líderes se
encuentran y en su abrazo sellan para los tiempos la unidad de las fuerzas
democráticas y populares argentinas.
En las elecciones del 11 de marzo de 1973, Balbín obtiene algo más del
22 por ciento de los votos, derrotado por la fórmula del FREJULI Cámpora-
Solano Lima que no obtiene más del cincuenta por ciento de los votos. Según
la enmienda constitucional vigente, debía realizarse una segunda vuelta
entre los dos candidatos más votados. Sin embargo, Ricardo Balbín resignó
esa posibilidad convencido que la gran mayoría de los argentinos había
optado por devolverle el poder al justicialismo.
Tras el regreso definitivo de Perón al país, Cámpora, objeto de
múltiples presiones, renunció a la presidencia. Su sucesor Lastiri convocó
a comicios presidenciales para setiembre de 1973. Hubo gestiones oficiosas
para lograr una fórmula de unidad nacional Perón-Balbín, que no fue
posible. Cada partido concurriría con sus candidatos. Nuevamente le
correspondió a Balbín encabezar la fórmula radical. Más, el arrollador
triunfo del general Perón era inevitable. María Estela Martínez, fue
elegida vicepresidente.
El 1 de julio de 1974 falleció Perón y en su sepelio, fue Balbín quien
realizó el más sentido homenaje: "Este viejo adversario, despide a un
amigo".
El gobierno peronista presidido por Isabel fue decayendo en la
consideración y el apoyo popular. Se creó un clima de golpe de Estado que
rápidamente ganó la calle. Balbín intentó varias veces convencer a la
Presidente que era necesario introducir cambios en el rumbo y despedir a
funcionarios como José López Rega. Sin embargo sus consejos fueron
desoídos.
A principios de 1976 se realizaron varias reuniones multipartidarias
para intentar reencauzar al país y evitar el golpe militar. Pero no fue
posible. A mediados de marzo Balbín se dirigió al país por televisión
llamando a la unidad nacional y a apoyar la legalidad. Dijo "Si se espera
la ruina, en la ruina encontrarán una bandera. No se realizará el país sino
sobre la base de la unión de los argentinos...". El 24 de marzo Isabel era
derrocada, clausurado el Congreso y proscriptos los partidos políticos.
Comenzaba el nefasto Proceso de Reorganización Nacional.
Durante los años duros de la dictadura militar, Balbín procuró por
todos los medios mantener unido al radicalismo y conservar la línea de
diálogo entre los partidos políticos y el gobierno de facto. En 1980 viajó
al Vaticano a entrevistarse con el Papa Juan Pablo II y a su regreso,
impulsó el nacimiento de la Convocatoria Multipartidaria, recreando el
espíritu de unidad nacional que venía pregonando desde varias décadas
atrás.
Hacia 1981 su actividad política fue declinando, debido a su estado de
salud. Aún en una cama ortopédica instalada en su casa de La Plata, seguía
recibiendo dirigentes políticos que concurrían a pedir consejo o a
intercambiar ideas.
Finalmente, tras varias complicaciones cardíacas y respiratorias, su vida
se agotó el 9 de setiembre de 1981, a los 77 años. Su sepelio convocó a
millares de argentinos, enlutó a millares más y se transformó de hecho en
el primer acto de oposición masivo al régimen militar imperante que
reclamaba -igual que lo había hecho Balbín- el retorno a la democracia. En
este doloroso encuentro se cantaba al unísono: "se va a acabar la dictadura
militar" y los jóvenes radicales que acompañaban el cortejo fúnebre
corearon una nueva versión de la marcha radical "Adelante radicales,
adelante sin cesar, no queremos dictaduras, ni gobierno militar".
Cuando le pidieron en uno de sus últimos reportajes, que hiciera un
balance de su vida, respondió con su natural sencillez: "Siempre dije que
si naciera de nuevo, haría exactamente lo mismo. Todo lo que hice fue con
convencimiento. Con frecuencia he pensado que cumplir con el deber es
fácil. Lo importante es saber dónde está el deber. Hice las cosas con todo
el amor y la fe que tuve y ese es mi mayor bien".
En tiempos signados por la inestabilidad institucional y el
desencuentro, Ricardo Balbín marcó el sendero de la búsqueda de la armonía
entre las fuerzas políticas populares y democráticas de la Argentina para
reconstruir el ideal republicano. Su figura, su ejemplo de vida, su modelo
de conducta, su compromiso con una causa, siguen siendo un norte para la
dirigencia política y el pueblo argentino todo.
Por tal razón entendemos que en un aniversario de estas
características, de una persona que por su conducta y su decencia ha sido
considerada paradigma del ser político, deben impulsarse los actos de
homenaje y recuerdo que la circunstancia requiere.
En este caso, promover la emisión de un sello postal que recuerde la
fecha, es una de las acciones propicias, en un marco mucho más amplio, del
cual la memoria de este gran político es merecedora.
Para concluir estas breves consideraciones, quizá nada mejor que
hacer nuestras sus sentidas palabras, pronunciadas en 1946 en ocasión del
aniversario de la muerte del insigne Honorio Pueyrredon: "Venimos a este
lugar a encontrarnos con nuestros muertos; con nuestros magníficos muertos,
no porque ellos lo necesiten, no porque ellos precisen de nuestros
homenajes ... venimos aquí porque nosotros los necesitamos. Somos nosotros
los que sentimos la imperiosa necesidad de acercarnos a ellos para que nos
muestren el derrotero a seguir. Los hombres jóvenes del partido saben que
los muertos ya no dan nada, pero también saben que los muertos han dejado
consignas y que esas consignas deben hacerse realidad en el país para
ventura de la República." Ricardo Balbín.
Por todo lo expuesto, el Bloque de Concejales de El Frente –
U.C.R., eleva a consideración el siguiente:
PROYECTO DE RESOLUCION
Artículo 1º.- El Honorable Concejo Deliberante del Partido de General
Pueyrredon solicita a la Secretaría de Comunicaciones de la Nación y a la
Comisión Nacional de Comunicaciones la confección de un sello postal que
conmemore el 25º Aniversario del fallecimiento del Dr. Ricardo Balbín, que
se producirá el 9 de setiembre del corriente año.
Artículo 2º .- de forma.
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Mar del Plata
BLOQUE EL FRENTE – U.C.R.
Municipalidad del Partido de General Pueyrredon
Departamento Deliberativo